martes, 2 de diciembre de 2014

Otoño Puebla de Don Fadrique

















¿Quieres comer frutos del ginkgo que crece al lado de nuestra casa? Son tan dulces y tiernos como la piel de un bebé.

LON PO PO

 
Fragmento de la historia de Lon Po Po
Tres hermanas, Shang, Tao y Paotze viven en el norte de China. Un día, su mamá decide ir a hacer una visita a la abuela “Po Po” y llevarle galletas de arroz. Antes de partir, la madre dice a sus hijas:
·                                                                                                                                                   Yo no estaré aquí esta noche. Sed prudentes y no olvidéis cerrar bien la puerta.
Poco después, un lobo llama a la puerta. Está disfrazado de vieja y dice:
Tesoros míos, soy “Po Po”, vuestra abuela.
·                                                                                                                                                   Pero si nuestra madre ha ido a visitarte, responde Shang.
·                                                                                                                                                   ¿A visitarme? Yo no me la he encontrado por el camino, dice el lobo con tono de sorpresa.
Un poco nerviosa, Tao pregunta:
·                                                                                                                                                   Po Po, ¿por qué tu voz es tan ronca?


·                                                                                                                                                   Estoy resfriada y hace frío aquí fuera, ábreme rápido y metámonos en la cama, pues ya es muy tarde.
Las tres hermanas no quieren dejar a su abuela fuera mucho tiempo. Le abren la puerta y se acurrucan con ella en la gran cama.
·                                                                                                                                                   Po Po, ¿por qué tienes pelos en los pies? pregunta Paotze. ¿Y por qué tienes los dedos ganchudos?

Entonces Shang enciende una vela y reconoce la cara peluda del lobo. Astutamente le dice:
·      Po Po, debes estar hambrienta. ¿Quieres comer frutos del ginkgo que crece al lado de nuestra casa? Son tan dulces y tiernos como la piel de un bebé.


·      Eso me parece delicioso, pero soy demasiado vieja para trepar por los árboles, responde la falsa abuela.

·      Pero nosotras podemos hacerlo por ti, dijeron a coro las tres hermanas.
En unos minutos, Shang, Tao y Paotze se encuentran en lo alto del árbol.
Sube, le grita Tao al lobo, los frutos son mucho mejores cuando se comen en lo alto del árbol.
·      Pero yo no llego hasta la copa, responde el lobo.
  Entonces coge la cesta y la cuerda que están detrás de la casa, ata la cuerda a la cesta y nos la echas, sugiere Tao. Vamos a subirte hasta lo alto del árbol.
Dicho y hecho. El lobo se mete en la cesta. Cuando ya casi está en lo alto del árbol, las tres hermanas sueltan la cuerda y el lobo se estrella en el suelo.
No se mueve, está muerto. Rápido, las hermanas vuelven a la casa, cierran la puerta con llave y se acuestan de nuevo. Al día siguiente, cuando su mamá regresa, Shang, Tao y Paotze le cuentan su aventura con el lobo disfrazado de “Po Po” y le explican cómo lograron deshacerse de él para siempre.


(Explicación del título: “Lon” significa lobo y “Po Po” abuela. Del cuento “Lon Po Po”, E. Young)
Del dossier elaborado sobre Caperucita Roja por Elisabhet Zurbrigen de Suiza

Aynadamar









sábado, 19 de abril de 2014

http://asociacionentrelibros.blogspot.com.es/

La lectura en voz alta es el núcleo de las actividades de la Asociación Entrelibros. Concebimos la lectura en voz alta como un don, como una desinteresada forma de ofrecimiento. Donar algo significa pensar en los otros, tomar conciencia de la existencia de un oyente interesado. Leer a otros y con otros establece vínculos afectuosos, reconforta, alienta la amistad. La lectura aparece así como una oportunidad para la escucha y la conversación, para pensar y sentir juntos. 
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GINKGO BILOBA EN EL PARQUE GARCÍA LORCA

Un árbol. Bien. Amarillo
de otoño. Y esplendoroso
se abre al cielo, codicioso
de más luz. Grita su brillo
hacia el jardín. Y sencillo,
libre, su color derrama
frente al azul. Como llama
crece, arde, se ilumina
su sangre antigua. Domina
todo el aire rama a rama.
Todo el aire, rama a rama,
se enciende por la amarilla
plenitud del árbol. Brilla
lo que, sólo azul, se inflama
de un fuego de oro: oriflama.
No bandera. Alegre fuente
de color: Clava ascendente
su áureo mástil hacia el cielo.
De tantos siglos su anhelo
nos alcanza. Luz de oriente.
Amarillo. Aún no imagina
el viento, la desbandada
de sus hojas, ya apagada
su claridad. Se avecina
la tarde gris. Ni adivina
su soledad, esa tristeza
de sus ramas.
                                          Fue certeza,
alegría – ¡otoño! - . Faro
de abierta luz.
                                        Desamparo
después. ¿Dónde tu belleza?



CASI PRIMAVERA